Inteligencia artificial: El futuro no es mañana, el futuro es hoy
Este tipo de tecnología ha generado grandes debates éticos y académicos a nivel mundial en relación a su uso tanto a nivel empresarial como educacional.
Durante las últimas semanas hemos visto un permanente interés por la inteligencia artificial, el cual ha sido potenciado por las novedosas y desafiantes aplicaciones de los chatbots. Tal como se menciona en la Encyclopedia of Information Science and Technology (IGI Global), se define “Inteligencia Artificial” como la capacidad de un dispositivo de efectuar funciones que normalmente están asociadas a la inteligencia humana, tales como el razonamiento, el aprendizaje y las optimizaciones a sí misma.
Es necesario tener en cuenta que los chatbots no son la única inteligencia artificial que está revolucionando la sociedad, ya que estas tecnologías están siendo aplicadas en los más diversos campos formativos y productivos desde hace un tiempo.
El puntapié fundamental para la inteligencia artificial fue dado por el célebre Alan M. Turing, pionero de las ciencias de la computación, quien en 1936 describió la Máquina de Turing, que en palabras sencillas correspondía a un modelo matemático de computación que describe una máquina abstracta que manipula símbolos en una tira de cinta de acuerdo con una tabla de reglas.
En 1997 por ejemplo, la supercomputadora Deep Blue derrotó al campeón mundial de ajedrez, Garri Kasparov, lo cual causó gran revuelo e impacto por los alcances de la creciente inteligencia artificial. De ahí en adelante el desarrollo de esta tecnología ha ido avanzando potentemente, teniendo hoy en día múltiples aplicaciones en las más variadas actividades productivas.
Una de las aplicaciones de la inteligencia artificial que ha demostrado los avances más prometedores en la última década es la inteligencia artificial generativa, que en términos generales se basa en algoritmos capaces de producir contenido textual, visual y contenido auditivo con bastante poca intervención humana.
La inteligencia artificial generativa está conquistado el mundo, generando una notable tensión en el campo de la educación y empresarial al ser una innovación transformadora. Se caracteriza por ser una tecnología que aprovecha los modelos de aprendizaje profundo para generar contenido similar al que puede generar un humano (por ejemplo, imágenes y palabras) en respuesta a indicaciones complejas y variadas (por ejemplo, idiomas, instrucciones y preguntas).
En sus recientes reportes el Bank of America ha mencionado que este tipo de inteligencia artificial en los próximos años constituirá una revolución tan grande como lo fue la masificación de la electricidad.
Entre estas oportunidades destacan la generación automatizada de contenido, la mejora de su calidad, su diversificación en variedad y un contenido personalizado en función de las preferencias de usuarios (clientes) individuales, lo cual le otorga gran potencial de aplicación en los negocios relacionados con el márketing, con la generación de códigos computacionales, en aplicaciones conversacionales y en el área de gestión del conocimiento, entre otras.
Una inteligencia artificial de tipo generativa que recientemente ha generado bastante conmoción es, como se ha mencionado, el chatbot ChatGPT, modelo de lenguaje de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI. Este tipo de tecnología posee el potencial de revolucionar la forma en que se enseña en diversos niveles educativos y también en la forma en que se investiga y analiza información.
Sin embargo, este tipo de tecnología ha generado grandes debates éticos y académicos a nivel mundial en relación a su uso en instituciones educativas, especialmente en educación superior y en los más diversos contextos laborales, por ejemplo, en el área de ciencias jurídicas y sociales, en particular, en lo que respecta al plagio, al uso adecuado de la información y a que ésta sea fidedigna.
Manuel Cortés.
vicedecano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Bernardo O´Higgins.