La rápida elaboración y gestión de la vacuna contra el COVID 19
Cuando esto comenzó puntualmente en nuestro país en marzo del año pasado, confirmándose el primer caso de Covid-19; nadie habría pensado que después de cumplido un año de pandemia a nivel mundial, seguiríamos contabilizando más casos cada día. Diversos profesionales multidisciplinarios comenzaron una ardua investigación para detener las altas tasas fatales que contabilizamos cada día a nivel mundial.
Chile paso de ser una de las naciones con más contagios en Latinoamérica a mediados del año pasado y hoy, nuestro país ha revertido esta situación, convirtiéndose en una de las naciones a nivel mundial con una de las tasas de vacunación per cápita más altas a nivel nacional, incluyendo EE. UU, la Unión Europea y Brasil, entre otras.
Nuestro gobierno no ha escatimado esfuerzos tanto logísticos como monetarios, logrando la importación de millonarias dosis para disposición de la población nacional, proyectando con esto, al finalizar el proceso; una vacunación de cerca del 90% de la totalidad de los chilenos. Esto nos ha posicionado entre los países que ha logrado a la fecha, una de las más altas tasas de vacunación.
La clave fue que desde muy temprano Chile se dio cuenta de que era necesario cerrar múltiples acuerdos con fabricantes de vacunas: Sinovac, Pfizer o AstraZeneca. En América Latina, Chile es uno de los países mejor posicionados al momento de contabilizar y proyectar el número de inoculados a la fecha, superando a Israel.
Al 12 de marzo de 2021, según el sitio web Our World in Data, más de 335 millones de dosis de vacunas contra el covid-19 han sido administradas en todo el mundo. Cabe señalar que la cantidad de dosis administradas no es sinónimo de personas inoculadas, pues en algunos casos, cada vacuna requiere dos dosis para un solo individuo.
La elaboración de una vacuna consiste en entrenar al cuerpo humano el que se somete al contacto con el virus, que ha sido modificado activando con esto, su respuesta inmune proveniente del mismo organismo y generando con esto las correspondientes defensas. Este es un largo proceso que conlleva años desde la recopilación de información, lo que implica una completa investigación del virus, en este caso; hasta la elaboración de la propia vacuna. El período que evidenció este proceso, no supera los 8 meses, esto es posible observar debido a que ya contábamos con los primeros prospectos de vacunas. Debemos recordar que un proceso de elaboración de puede tardar varios años, lo que explica la rapidez en alcanzar una rápida elaboración es que este virus forma parte de la familia de los Sars cov 2, causante del COVID 19, por lo que se tenían antecedentes y las investigaciones se enfocaron en la mutación que caracteriza al virus causante del COVID 19.
Cabe señalar que la logística para la distribución y el almacenaje de las vacunas se deben conservar según las normas, refrigeradas a una temperatura de 2 a 8°C. Evitando en muchos casos la exposición a la luz, para ello se debe evitar romper la cadena de frío, por lo que se necesita para el transporte, un sistema organizado que considera la distribución y almacenaje; con esto se asegura y garantiza la efectividad y la seguridad en el proceso de vacunación.
Edith Pinto
Directora Escuela de Química y Farmacia
Universidad Bernardo O’Higgins